Cuento corto: "Aquel viejo motel"

 Escrito por, Juan José Díaz, Michell Florez, Tatiana Holguín, Juliana Hurtado.

Alrededor de las 5:00 pm de un sábado un grupo de jóvenes recién graduados decide salir a manejar por la carretera, estos habían bebido licor poco antes de salir para celebrar, así que algunos de ellos tenían un nivel alto de embriaguez. En el camino deciden poner música a todo volumen y van al máximo de velocidad, mientras recordaban lo ocurrido en la mañana y decidían un lugar para pasar la noche. En el trascurso de su viaje Calie y Paul,  el piloto y la copiloto tienen una fuerte discusión porque ella lo acusa de serle infiel con una de sus ex compañeras de curso, Paul intenta calmarla pero esto le es imposible, ya que esta se encontraba en estado de embriaguez, el piloto sin saber qué hacer la amenaza diciéndole que si no para de hablar la va a dejar en medio de la carretera, esta al escuchar esto se altera más y en un impulso decide abofetearlo, esto hace que Paul pierda el control del auto y choque enfrente de la entrada de un viejo motel ubicado en la zona, tras el impacto Dereck y Mar, los que se encontraban en la parte trasera se alteran y deciden bajarse del auto a ver su estado. Un señor con una apariencia extraña se acerca tras el choque y les ofrece ayuda a los jóvenes, los cuales sin pensarlo dos veces la aceptan a pesar de su mal aspecto. El señor remolca el auto hacia un taller cercano, lo deja ahí y les dice a los jóvenes que deben de buscar un lugar donde pasar la noche. A continuación, les revela que es el dueño del motel donde ocurrió el accidente, al ser la única opción cercana deciden aceptar y alojarse allí.
Cuando el grupo de amigos entra al motel lo primero que hizo el señor fue entregarles la llave de la habitación más grande con la que contaba el motel, estos le agradecieron un poco incomodos y se dirigieron hacia la habitación. Mientas caminaban por los oscuros pasillos sentían una vibra demasiado pesada en el lugar, aunque no le prestaron atención y siguieron caminando. Cuando llegaron a la habitación quedaron sorprendidos por lo bonita que era, después estos deciden acomodarse y escuchar un poco de música, también piden unas cervezas para seguir celebrando su graduación. 
Mientras bailan y disfrutan de un momento agradable escuchan pasos y Paul apaga la luz rápidamente. Se dan cuenta de que hay alguien que los está observando por la ventana. Se les pone la piel de gallina, puesto que cuando miran detalladamente la sombra que los observaba se desvanece ligeramente. No les dan tiempo de reaccionar cuando suena la puerta 3 veces. -Toc toc, están ahí? -Nadie respondio. Rápidamente Mar cierra las persianas y bloquea la puerta con ayuda de Dereck. No sabían que hacer y Calie seguía ebria, y vieron como el aire acondicionado desprendía lo que parecía ser un veneno en forma de gas. Pero sorpresivamente Paul encuentra una ventana que daba al techo en el baño, el único problema es que estaba bloqueada. Sin pensarlo dos veces Mar tira una lámpara contra la ventana, lo cual causa su ruptura. 
Van saliendo uno a uno, aunque sintiéndose un poco torpes y mareados, la única que queda por salir es Calie y es que estaba tan ebria que perdió el sentido de orientación. -Calie, apúrate te estamos esperando. -Le dicen sus compañeros, pero ella se ríe y corre hacia la puerta diciendo: Porque son tan bobos muchachos, si están tocando la puerta solo vayan y ábranla, es muy faci…
Sin si quiera haber terminado la oración todos escucharon un grito que lentamente desapareció mientras que el gas se hacía más espeso y no alcanzaban a ver la cara del presunto asesino. Mar exclama que corran, pero Paul no quiere seguir puesto que no sabe dónde está Calie. Se escuchan pasos aproximándose desde la habitación. Dereck y mar insisten en que no hay tiempo para pensar en ella, pero Paul no quiere, Mar ve a lo lejos lo que parecen ser unas escaleras de evacuación, aunque un poco deterioradas. 
Se oyen pasos cada vez más cerca y cuando logran ver la cara de la persona que los perseguía… Era Calie. Rápidamente el grupo de jóvenes se alivian y tratan de correr al carro bajando por las escaleras. Van a donde se encuentra su vehículo, pero el dueño del motel no aparece. Y al entrar no prende. En medio de su afán se descuidan y no se dan cuenta cuando Calie y Mar desaparece. La noche se había tornado gris y lluviosa y los jóvenes logran divisar huellas que van hacia el bosque. Las siguen sin esperar que se encontrarían con una de las escenas más traumantes que iban a ver en su vida: El cuerpo de mar tendido en el suelo y un veneno a su lado. ¿En eso se preguntan de quien provenía el grito? ¿Y de quien era esa sombra siniestra que apareció en la ventana? Para contestar sus preguntas aparece nada menos que la misma Calie. La cual les dice: -Quiero a Paul, es lo único que quiero, pero él no me quiere… Y todo eso es culpa de la perra de Mar, ella me quito a mi novio, y le di su merecido.
Resulta que el grito venía del dueño del motel, quien vio como en Calie cargaba lo que parecía ser un veneno, el cual reconoció rápidamente puesto que se usan comúnmente en la zona como insecticidas, pero son famosos por dar efectos mortíferos en las personas. Trato de ir a advertirles, primero se asomó por la ventana y al no ver nada toco la puerta preguntando angustiado si estaban ahí. En ese momento Calie emprendió su plan anticipadamente y activo el aire acondicionado, liberando el veneno. Puesto que su plan era matar a Mar y quedarse con Paul, no le importaba llevarse consigo las vidas de Dereck o el dueño del hotel. Lo que ella no esperaba era que su exnovio Paul encontrara una salida, este cambio de planes repentino fue lo que la llevo a tomar la decisión de asesinar a el dueño, al no tener más de otra. 
Todos quedaron en shock. Pero ya era muy tarde. Estaban lentamente quedándose dormidos debido a los efectos del gas, no querían que esto se quedara así y en ese momento Paul dio un último grito de ayuda. El cual nunca fue escuchado. Desde esto aquel viejo motel ha permanecido cerrado, pero cuenta la leyenda que si pasas cerca de el un sábado a las 5:00PM en un día lluvioso todavía se escuchan los gritos de lamentos de Paul, cuya alma y quizá cuerpo nunca pudieron escapar. Del caso nada se sabe, nadie lo reporto y nadie se dio cuenta. Los cuerpos siguen desaparecidos y aunque sus familiares lo reportaron, ni si quiera el carro fue hallado.